Con mis 20 años todo lo que siempre tengo en el tintero es la sensación de que muy de a poco estamos construyendo ese mundo equitativo para todos y todas. (Y créanme que ese optimismo siempre me desorienta un poco.)
Basta con prestar atención a los medios para darme cuenta de que el camino es largo y que la lucha tiene muchos frentes, apoyo el casamiento entre personas del mismo sexo, soy de los que piensan que todos tenemos que gozar de los mismos derechos y festejo los logros, pero también creo que no alcanza mientras tengamos a nuestras chicas trans viviendo en condiciones de marginalidad, mientras la violencia siga estando naturalizada en todas sus versiones, mientras se siga criminalizando a los sectores mas vulnerables, sinceramente el festejar se me vuelve incomodo o mejor dicho contradictorio.
Mientras voy pensando cada parte de nuestra realidad como sociedad esa sensación imperiosa de construir el mundo mejor se va haciendo cada vez más utópica pero hay algo que queda y esta latente, el sentimiento de lucha, la certeza de que hay muchos y muchas que están dando batalla desde distintos lugares, que no hay que ser profesional, que no necesitamos tener un doctorado de nada, mas si la posibilidad de ver al otro como un igual.
Por un lado estamos por “celebrar” el primer casamiento Gay en América Latina, y Ojalá que Los diputados Radicales y del frente para la Victoria (FpV) reflexionen para que en estos días hagan Quórum y en el recinto legislativo se pueda discutir y reformular la ley del matrimonio, pero por otro lado tenemos a compañeras que por no tener un acceso a los Servicios de Salud, por no tener una vivienda Digna, por estar totalmente expuestas a situaciones de riesgo, se mueren y acá se termina la sensación de festejo.
Hoy 28 de Noviembre es el Día de la Remembranza Trans y como leí en una nota de la compañera Diana Sacayán (Coordinadora de M.A.L)
“No se puede decir que sea un día que se celebra, sino que es simplemente el día mundial de la Memoria sobre lo que no tiene que seguir pasando pero pasa. La fecha fue elegida para recordar a Rita Hester, asesinada en 1998 en Boston, y a todas las personas trans que año a año corren la misma suerte”
Por mi parte acompaño estas palabras y sostengo que no vamos a olvidar, que la memoria y la lucha van de la mano en este camino.Esperemos que en un futuro cercano, todas y todos podamos hablar de una sociedad inclusiva, de una sociedad donde, entre otras cosas, no se estigmatice la diferencia y en donde todos y todas gocemos de los mismos derechos