lunes, 16 de mayo de 2011

Ensayo de un ventanal.



¿Qué hay detrás de la ventana?

Se producen líneas, cuasi- versos, que me invitan a descubrirte y redescubrirte todas las veces
que se me ocurre posar la mirada en el reglón imaginario.
Intuyo esa sonrisa inocente de Peter pan golpeado por realidades inconexas.
Sé que seguís volando, jugas inclusive con tus miedos y eso es de valientes.
Tanto encandilamiento me provoca algo, temor, locura por conocer los rincones de ese mapa.
Es una ansiedad motivadora de mis propias carcajadas, de movimientos sutiles y suspendidos.
De este pulso entre cortado que no puedo terminar de entender.
Racionalizar en estos casos no ayuda, no sirve, nos queda sentir y probar.
Instintivamente pisar el suelo de terrenos que no conozco, en los que podría bailar o terminar sentado sin poder ver.
No me gusta la quietud, el riesgo es más divertido y siempre implica algún tipo de sorpresa.
Hay que mirar más allá y desafiar cualquier argumento.
De este lado hay una selva que muy pocos se animaron a domesticar