Rojo intermitente

Quietud en el espacio, me mirás buscando la respuesta que no te puedo dar.
De este carnaval solo quedan los parches caídos, alguna que otra herida que con el bombo salió a volar.
La presión de la espera, los labios fruncidos, secos de palabras, pero vos todavia esperas.
Y en esta espera somos unos cuantos, todo llega y cuanto mas deseas es peor.

Se sienten los pasos de fondo, y ahi estas vos jugando a ser el gracioso, comediante de tu propio malestar.
No tenés fuerza, no te quedan ganas y ahi te quedas.
Palabras que de una misma escena te hicieron llorar, palabras que ya estas cansado de escuchar.
Malas palabras pero vos ahi estás.

Así como sos.

Una vuelta más, otros pasos del mismo camino.
Doy vueltas en la mismas ideas, en ese deseo que abunda en mi.
Todo cuanto hago termina destilando mi rabia, ese suspenso de la historia que hoy tampoco sucedió.
Hasta que en mi la libertad encontré el sentido de ser así como soy.
De no necesitar con urgencia, de poder activar el solo y de igual manera poder iluminar.
.

Creo.

Volviste de la mano de una de mis mejores compañeras.

Me agarraste caminando por esa estación de subte vieja, disfrutando

de las últimas notas de ese atardecer porteño.

Volviste para recordarme que fuiste parte de mi, que alguna vez necesite de muy poco.

Que soy esa mirada expectante, el suspiro tímido después de cada punto y coma.

Que puedo sentir ilimitadamente, cada verso, cada nota de todas esas canciones

que terminan en vos.

Representante de mis ganas de compartir.

De aire seco se componen mis bocanadas, busco las palabras, los medios para poder

avanzar y decirme que esto fue algo concreto.

Creo que te amé, no necesité de mucho para sentirme satisfecho.

Bastaba con unas sonrisas rebuscadas para volver a llenarme de ganas.

Simple y complejo, una fusión de querer y no poder.

Del no poder y sin embargo soñar.

De recordarme que las palabras nunca fueron el todo.

Jamás necesité de muchas con vos.